lunes, 20 de octubre de 2008

Noche en vela


Empezó bien, muy bien incluso. Era una noche que prometía, sólo prometía...
Algo pasó, algo hizo que me encontrara de nuevo reflejada en el espejo, mirándome, recordándome las últimas dos semanas...
Te miré, te miré suplicante, pero tus ojos no lo vieron. Escondí la cabeza bajo tu brazo, necesitaba escapar de aquel reflejo en el espejo.
Me miraste triste, no comprendías qué me pasaba. Decidí explicarte porque te necesitaba, necesitaba tu ayuda para salir de aquel encierro.
Empecé a hablar, dando muchos rodeos al principio, dando vueltas para encontrar las palabras con el significado correcto. Empecé a ver el camino y decidí ir por él, y las frases empezaron a hilarse solas, a tomar una forma concreta y a dibujar una realidad dolorosa...
Ya no estabas, te habías perdido en mis rodeos, ya no escuchabas, ya no entendías. Me paré, no seguí el camino hallado, me senté a un lado y lloré. Tenía que volver atrás a buscarte y no creía poder volver por el mismo sitio.
Parecía que todo se repetía. Esto ya nos había pasado antes. Cada vez tardo menos en encontrar la senda, quizás algún día pueda contarte antes de que desaparezcas.
Siempre que tú quieras escucharme...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya es Martes !!!!!
¿ Alquien puede parar ese despertador ? Porfavor ,PP

Un beso.

Noa dijo...

;)
Otro para ti.