lunes, 9 de noviembre de 2009

Respirar


Cuando podré respirar...
Estaba sumergida en aquella inmensidad líquida, todo a mi alrededor era una masa algo viscosa, de color semitransparente. Notaba como llenaba mi cuerpo, como lo envolvía, sentía como me sujetaba firmemente pero sin oprimir.
A veces conseguía con gran esfuerzo subir a la superficie...coger una bocanada de aire y sentir que me liberaba...pero de nuevo me despertaba envuelta en aquel lugar extrañamente familiar...
Luchaba constantemente por conseguir aquellos trocitos de aire que me hacían soñar con otra forma de vida, gastaba todas mis energías por llegar allí y una vez conseguido...pasaba demasiado tiempo recuperándome para volver a intentarlo.
Abrí los ojos. Me quedé quieta e intenté respirar dentro de aquella esfera. Notaba cómo mis pulmones se llenaban de líquido, como mi cuerpo pesaba más y me hundía poco a poco. No podía respirar allí. Aquel no era mi mundo.
En un intento desesperado emprecé a nadar hacia la superficie, notaba mi cuerpo pesado y agarrotado por el tiempo. Tenía que conseguir llegar allá de nuevo, o nunca más podría volver a respirar mi aire.
Nadé y nadé contra toda la resistencia que ofrecía aquella sustancia. Olvidé el dolor y el cansancio. Olvidé respirar.
Abrí los ojos y una luz blanca me obligó a entrecerrarlos. Me daba miedo intentar coger aire, no sabía donde estaba. No sabía si quería saberlo.
Respiré.
El aire lleno mi cuerpo de energía renovada. Mis pulmones llenos de oxígeno, de vida. Abrí los ojos y miré al cielo. Noté viento en mi pelo. Vi mis manos elevarse hacia el sol. Mi cuerpo liviano, sin ataduras, sin freno.
Respiré. Respiré...y ya no dejé de hacerlo...