miércoles, 29 de octubre de 2008

Tedioso

No quiero estar aquí, y no me queda más remedio.
Se me hace muy difícil observar como se ralentizan las agujas del reloj y saber que nada puedo hacer para que el tiempo recupere su fuerza.
Me amarga la calma no buscada de todo este tiempo. La insustancialidad de los quehaceres inexistentes. La torpeza de mi ser soportando este calvario.
Me siento encerrada en un bucle, sabiendo la perdida de tiempo que supone en mi vida, pero sin posibilidad de salir de aqui sin que se resienta todo a mi alrededor...
Condenada a una condena elegida, aceptada y sufrida con gusto amargo.
Anhelo el dia en que pueda decir adios a este lugar sin remordimientos. Sabiendo que me voy a un lugar mejor, para ser más feliz y para sentir que mi tiempo es útil y productivo.
Ahora soy una muñeca abandonada en una casita de juguete, una casita preciosa que ningún niño visita, una casita que se convierte en cárcel cada mañana...
Los días pasan y la angustia aumenta, el tiempo se para y mi vida se apaga.

viernes, 24 de octubre de 2008

Descanso


Abro los ojos, no me lo puedo creer, las espiral empieza de nuevo... no tengo fuerzas, no sé si podré soportarlo de nuevo...
Sigo el camino circular, arrastro los pies, me siento cansada y sin animos.
Se cierra el circulo, dejo mi equipaje en un rincón de la casa, me despojo del día y reposo lo que puedo, me duermo.
Abro los ojos...esto ya lo he vivido...no tengo fuerzas...como es posible? Veo personas en mi mismo camino, no parece importarles que el paisaje sea el mismo dia tras dia.
No podré mucho más tiempo con esto. Hago un nuevo esfuerzo, no puedo rendirme ahora, no es buen momento, es lo que tengo que hacer, no me perdonaré abandonar...
Me siento tremendamente cansada, cada circulo me pesa, me encierra, me agota y me marea. Pero sigo adelante. Debo hacerlo.
Se cierra otra elipse, intento reponer fuerzas y ganas. Cada vez cuesta más y cada vez estoy más agotada. Necesito un descanso.
De nuevo abro los ojos...

lunes, 20 de octubre de 2008

Noche en vela


Empezó bien, muy bien incluso. Era una noche que prometía, sólo prometía...
Algo pasó, algo hizo que me encontrara de nuevo reflejada en el espejo, mirándome, recordándome las últimas dos semanas...
Te miré, te miré suplicante, pero tus ojos no lo vieron. Escondí la cabeza bajo tu brazo, necesitaba escapar de aquel reflejo en el espejo.
Me miraste triste, no comprendías qué me pasaba. Decidí explicarte porque te necesitaba, necesitaba tu ayuda para salir de aquel encierro.
Empecé a hablar, dando muchos rodeos al principio, dando vueltas para encontrar las palabras con el significado correcto. Empecé a ver el camino y decidí ir por él, y las frases empezaron a hilarse solas, a tomar una forma concreta y a dibujar una realidad dolorosa...
Ya no estabas, te habías perdido en mis rodeos, ya no escuchabas, ya no entendías. Me paré, no seguí el camino hallado, me senté a un lado y lloré. Tenía que volver atrás a buscarte y no creía poder volver por el mismo sitio.
Parecía que todo se repetía. Esto ya nos había pasado antes. Cada vez tardo menos en encontrar la senda, quizás algún día pueda contarte antes de que desaparezcas.
Siempre que tú quieras escucharme...

viernes, 17 de octubre de 2008

Encontrar

No te le esperas y sin embargo aparece. Casualidad? Destino? Suerte?
Quien sabe, montones de palabras que se agolpan intentando escapar de mi boca, sin orden ni sentido, pero quizá sí con significado, aunque no lo entienda, aunque nadie lo entienda.
A veces lo necesito, necesito dejar salir todo, quedarme vacía, vomitar lo que me llena y me marea, lo que no me deja dormir o simplemente lo que necesita salir.
Las palabras ansiosas por viajar en una botella, por llegara algún lado, salir volando, recorrer el espacio, convertirse en un grito.
A VECES TE NECESITO. Aunque estés a lo lejos y deberia saber que estás ahí. A veces me olvido. A veces necesito que me recuerdes aquellas palabras mágicas, aquellas palabras que me despertaron de mi letargo, de mi cárcel. A veces necesito necesitarte.
Son demasiadas las ideas que rondan mi cabeza, demasiados pensamientos a los que no logro dar significado.
Necesito ordenar las cosas para poder desordenarlas cuando quiero.

lunes, 13 de octubre de 2008

Encierro


Cierro las puertas, las ventanas, las cortinas, apago las luces y me meto en la cama. Tapada hasta la coronilla, encogida y en silencio.
Hoy quiero encerrarme y no formar parte de este mundo, al menos por un rato.
Quiero hacerme pequeña e insignificante, quizá volverme invisible y pasar totalmente desapercibida para el mundo...
Quiero olvidar que todo esto existe, que hay dias grises y oscuros como el de hoy. Quiero no ver, no oler, no escuchar ni sentir...quiero momento en blanco, paz un instante, no pensar, olvidar...
Hoy me escapo, soy cobarde, no quiero veros, ni escucharos. Hoy digo basta al mundo, todos parados un momento, necesito coger fuerzas...
No se puede seguir a este ritmo, quiero esconderme y mirar a traves de un agujero hasta que todo se calme de nuevo...
Hoy me encierro...

viernes, 10 de octubre de 2008

Mareo

Mareo, sensación de lleno absoluto...dias de no saber donde me encuentro.
No me reconozco, no reconozco mi cuerpo, habito dentro de el, pero ya no parece el mismo.
Todo ha cambiado o sigue igual...ya no lo sé.
No me encuentro, a ratos bien, a ratos mal, pero nunca del todo bien o del todo mal.
Sueños extraños velan mis noches, visitas no llamadas acampan en mis pensamientos...
No entiendo nada y parece que comprendo...
Tiempo, bendito seas y maldita tu gracia...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Noche



Vivo la noche mejor que el día. Sentir que el fresco roza mi cara en invierno y me hace estremecer, o la tibiedad después de un dia caluroso de verano. Me gusta más mirar al cielo y ver brillo de estrellas que la luz del sol que me ciega para no ver más allá.
Prefiero el espíritu nocturno, en el que todo se hace más libre, más aunténtico, que la formalidad del día representando un papel de teatro.
Me gusta la calma, el silencio, la soledad buscada de las noches. Prefiero el cobijo de la noche para escapar de la vida, que la visibilidad de la desgracia que aportan los dias.
Me gusta oler la oscuridad, saborear la quietud, notar la sensación de la nada.
Prefiero la fiesta negra, que las bacanales del día. La similitud de las almas que moran la oscuridad, a la serie de seres que enfilan el día.
Me gusta la noche, vivo la noche y anhelo el día.