viernes, 27 de marzo de 2009

Y no me importa nada...


Los días han pasado encadenados en una retahíla de despropósitos, las horas han decido transcurrir sin más, sin hacerse notar de ninguna manera, sólo dejandose llevar por el ritmo de sus minutos...los segundos perdieron su significado.
El cansancio decidió invadir cada parte de mí, el agotamiento instaló un campamento en mi mente, colapsó mi sentir, mi querer, mi intencionalidad... pero seguía estando ahí, latente, luchando por ser y estar...
Mucho tiempo luchando frente a la tormenta, nadando contracorriente, intentado mantener el tipo frente a todo. Todo pasa factura, cada accion tiene una reaccion, y esta ha sido la mia, stand by a la razón y el corazón...
Esta semana no te he hechado de menos, ni siquiera me he hechado de menos a mí, y eso que he desparecido de algun plano de esta realidad o de la otra...
Yo quiero estar, pero mi otro yo dice basta, mi lucha interior en plena batalla, y yo, observadora inerte de nuestro tiempo, rindiéndose al devenir de los acontecimientos, diciendo ya da igual...hagas lo que hagas, nunca será como debería...
Y ya no me importa nada, al menos hasta mañana...

martes, 10 de marzo de 2009

La dolce Vita

La dolce vita...50 años desde la escena de la Fontana di Trevi con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg, de las manos de Federico Fellini, en aquel mes de Marzo del año 1959 que marcó un antes y un después en el cine de la época.

La dolce vita...

Roma y su magia, roma su historia, su inmensidad, su mundialismo, roma y su arte, roma su inspiración...

La dolce vita, lujo, admiración, fama, paparazzis...la noche de la capital italiana, actrices famosas, vestuarios de ensueño, la dolce vita del gran Fellini...

Mi dolce vita...
...mi Roma.

Y estamos en el mes de Marzo, y me voy a Roma...
... deseo tocar las aguas de la fontana de Trevi, de viajar en moto rodeando el coliseo, de tomar café en cualquiera de las numerosas "piazzas", de compras por el mercadillo del Trastevere...

Quizá no viva Roma con el lujo de Anita Ekberg, pero disfrutaré de la Dolce Vita con todo el glamour y la ilusión, que sólo yo sé tener...