martes, 20 de enero de 2009

A veces parece que el movimiento de la tierra se ralentiza. Echa el freno poco a poco y todo va más despacio...excepto yo. Me mantengo dinámica en mi estar, en mi ser y mi sentir, pero todo lleva su tiempo y a veces se hace demasiado espeso...
Cuando llega la noche, el impulso terrestre recupera su tic tac, vuelve a su ritmo y las horas se aceleran para recuperar el compás...hasta que todo se detiene de nuevo.
Nos deja recrearnos en el abismo, nos deja observar el vacio infinito justo antes de caer...se regocija de nuestra impotencia ante los acontecimientos, y nos mueve con sus hilos de marioneta.

Lo veo, lo siento, lo sé.
Sé todo lo que ocurre a mi alrededor, pero no soy capaz de salir de mi habitación, siento que sólo ahí estoy segura.
No.
Ya no quiero más dolor, más sufrimiento, más incomprensión... quiero estar tranquila, quiero vivir y sonreir cada dia. Quiero poder sentir la calma que siento esos días en que parece que toda va bien. Quiero sentir que vivo la vida que anhelo, que suspiro que vivo, que respiro vida.
No.
Hace tiempo decidí que nada ni nadie podría hacerme caer de nuevo en aquel agujero. Que no dejaría que nadie volviera a apagar mi sonrisa y que nada, ni nadie, me harían volver a meterme en la habitación, apagar la luz y taparme los oídos.
No.
Estoy aquí, estoy con ganas de dar pasos hacia adelante, y lo haré, de la manera que sea y cueste lo que cueste. Decidí ser feliz. Y lo seré.

lunes, 12 de enero de 2009


Tus ojos se volvieron dulces,
llenos de miel,
de brillos,
de palabras en color lila.
Tu abrazo manto de estrellas,
luz de luna llena
paz de la noche en verano.
La estancia se llenó de aromas,
de fragancias olor jazmín,
el silencio en la burbuja.
Tus manos sabias en el camino,
suaves y cálidas,
llenas de paz y calma.

Mi alma rendida a tu lado,
mis manos vencidas en las tuyas,
mi ser compartido en tu cuerpo.
Lágrimas dulces recorriendo mis mejillas,
sonrisa tímida asomando en mis labios
palabras mudas llenando el espacio.
Tu piel llamando a mis manos,
tus ojos espejo dorado,
tu amor en un abrazo.



jueves, 8 de enero de 2009

Mar de dudas


Miré a través de tus ojos, me ví, me ví sentada al borde de la cama, con los ojos fijados en el suelo, las manos bajo los muslos, una lágrima resbalando por la mejilla, la mirada perdida...
Sentí el latir en tu pecho, la aceleración del latir, sentí la candidez de tu mirada, la comprensión de tu sentir.
Sentí tus deseos de abrazarme, y tu lucha por no hacerlo...
Volví a mí, mi mente viajaba de un lado al otro, de extremo en extremo, volando a una burbuja llena de aire viciado, volando sin rumbo, sin metas, sin saber muy bien que pensar o sentir...
Me sentí derrotada por un vaivén de sensaciones, de altibajos, una montaña rusa que me había mareado demasiado.
Levante la vista y me crucé con tu mirada, esa que siempre dice todo lo que no sabes expresar con palabras.
Ve y arréglalo.
Fueron las palabras que vi reflejadas en tus ojos. El torrente de lágrimas ya no tuvo contención. Agarré mi bolso y salí nadando en aquel mar de dudas...