miércoles, 26 de noviembre de 2008

Desubicada

A veces me cuesta encontrarme entre tantas corrientes, el agua me lleva con fuerza, sin rumbo, mojandome la cara, despertando del humo. Lucho por encauzar un camino, pero las fuerzas me dejan, me arrastra la riada de sentimientos que inundan mi alma...
Por momentos consigo agarrarme a las rocas, me rasgan la ropa, arañan mi piel, me causan heridas que no duelen, pero escuecen...me suelto, me dejo, me llevas, te llevo... agotada, con los pulmones llenos de agua, la respiración entrecortada, la mente nublada...
Llego a un pequeño remanso, las aguas se calman, respiro, descanso, floto mirando al cielo, se escapa una lágrima, estoy cansada...
Hago acopio de valor, de ganas, de fuerza, levanto la mirada, busco un recuerdo, una señal que me oriente, una mano que me levante...
Nada a mi alrededor es reconocido, un páramo desolado...estoy desubicada, desorientada, agotada y desesperada...
Dificil y cruel encauzar el agua, la naturaleza imperiosa, la potencia del alma...

viernes, 21 de noviembre de 2008

La calma


Se respiraba un aroma dulce, el calor se escapaba por la puerta entreabierta y una tenue luz parpadeante iluminaba el camino hacia la estancia...
Una música de fondo, unas notas acompañando mis pasos, una sonrisa que me recibe y una mano que me conduce hacia el remanso...
Las velas perfilaban un nuevo color en las paredes, el tintineo de los destellos bailaba al compas de la musica y el humo de mi cigarrilo creaba nubes en aquel cosmos que me rodeaba.
Nada hacía falta decir, nada hacía falta hacer...aquel momento era perfecto de por sí, aquellos segundos de silencio, dejandome arropar por el karma de la burbuja, aquella tranquilidad respirada...
La calma acompaña a cada segundo, a cada minuto en aquella casa. La calma inunda cada paso, cada palabra, llena cada respiración, ilumina cada sonrisa, cada gesto, cada mirada...
Dejémonos llevar por la calma...adentrémonos en la burbuja, dejemos que el tiempo transcurra solo con su marcha...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sabias palabras

Te escuchaba, atentamente como siempre, todo era cabal en tus sonidos, tomaba forma al compas de las notas, de tus notas.
Al mismo tiempo se formaban dibujos en mi mente, imágenes que mostraban dos realidades paralelas, dos verdades y dos mentiras.
Tus palabras se entrelazaban con mis pesamientos, y mi Yo voló lejos de allí, no podía pensar entre tanta información. Espacio y tiempo.
Te vi desde lejos, los rasgos tensos, la mirada fija, las marcas del tiempo y de la vida, me miraste condescendiente, me viste allá arriba y decidiste tomar las riendas.
Volví, para mirarte a los ojos, para explicarte que no, que NO...no puedes decidir por mi, pero haré lo que tú quieras.
Silencio, sobran las palabras.
Una lágrima de Noviembre, una lágrima agridulce, una lágrima hasta mis labios y una línea hasta tus hombros. Un abrazo y una sonrisa, nada más y nada menos...
En la burbuja todo es paz, todo está en su sitio, yo soy más tu y tu mas yo, como siempre debió ser, pero el mundo sigue girando fuera, el tiempo no se detiene y la vida te aprieta y el frío despeja la cara, la mente y el alma.
Una voz al otro lado del teléfono, un tono de derrota, una aceptación de rendición...de redención...
Volaré lejos de ti si tu lo quieres.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Yo

Días de estrés positivo, de pensar sin sentir, sintiendo sin pensar...
Cruce de vías en un tren vacío, da igual el camino que recorra, sólo hace falta que alguien esté esperando en la parada, que se llene de gente, de vidas, de pensamientos y sentimientos. Que recorra paisajes llevando sueños, que alguien encuentre su destino, su lugar, que el equipaje sea liviano y el recibimiento caluroso.
Son días de ser yo, de querer viajar, de encontrar mis sueños, de encontrarme a mí misma, de compartir lo que siento, de disfrutar del momento.
No importan los baches, las averías y el retraso en las horas de llegada, importa el trayecto. Quiero viajar de noche y de día, quiero verme reflejada en el cristal, viendo los arboles desdibujarse con mi sonrisa.
Quiero que me acompañes, quiero que encontremos juntos eso que siempre nos ha faltado...
Hoy quiero, hoy hago propósitos, hoy quiero ser yo, más yo que nunca, tan yo como siempre.
Solo yo.

martes, 11 de noviembre de 2008

Aprender

Ocurrió, porque tenía que ocurrir, necesitaba saber y era algo que los dos sabíamos que pasaría. Tenía que pasar para que el mundo encontrara su eje, nuestro mundo.
Lloré, porque sabía que el sacrificio había sido mayor de lo que esperaba, porque descubrí lo que quería saber y me sentí feliz y triste al mismo tiempo.
Odié, odié todo lo que tenía que ver con él, odié la confianza que deposité y agradecí que su máscara cayera tan pronto, que los sueños fueran sólo sueños y que mi imaginación fuera más fuerte.
Sentí ser frágil y te vi grande.
Te adoré por tu bondad, tu comprensión y tu entendimiento, por tu respeto, por tu amor.
Fueron tiempos de altos y bajos, sobre todo bajos. Los dos dijimos cosas que no sentiamos, sabiendonos en una obra de teatro, pero tras el desbordamiento, todo se encauzó. Volvimos a parar el tiempo, volvieron a sonar los tambores y volvimos a distinguirnos del resto del mundo.
No tengo nada que explicar que no sepas ya, pero lo he recordado, recordé la noche en que te expliqué, la noche en que el mar inundó el cuarto, los ojos que asentían mientras hablaba, las manos que mesaban mi pelo mientras agotada miraba la pared. Recordé tus palabras...
Sentí mi lado malo que empujaba fuertemente y tu sonrisa diciendome que yo no sería mala ni aunque me lo propusiera con todas mis fuerzas...y yo me enfurruñé y puse cara de mala, y te dije que no me conocías, que sentírias el dolor de estar a mi lado, que todo estaba a tiempo de detenerse...pero tú estabas seguro, dijiste que aguantarías el peso del mundo, confiabas en mí y sabías que todo saldría bien.
Tenías razón, salió como tú decías, y me sentí niña, ingenua, inocente, engañada y decepcionada con el mundo.
Y tu me abrazaste y me dijiste que la vida era así, que no dejara que esas cosas apagaran mi luz, que volviera a sonreir para que el mundo volviera a girar.
Y "con viento del este me hiciste una cama, soplaste sobre ella para templarla y con tu murmullo de tubo de agua, me cantabas nanas sin letra..."
Aprendí, aprendí sobre mí, sobre tí, sobre las personas y el amor, sobre la confianza y la fidelidad. Aprendí sobre lo bueno y lo malo, sobre la bondad y la malicia.
Aprender es lo bueno de creer, de creer que las cosas tienen siempre un porqué, que nada es lo que parece a simple vista, que si indagas, encuentras y que si no quieres saber, nunca entenderás.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Viaje


Es una fuerza incontrolable, que te recorre el cuerpo e intenta salir por tu ventana, por las puertas abiertas del alma, convertida en torrente para empañar la mirada.
Es ensación amiga y extraña, te acompaña sin querer y te agita las entrañas. No quieres tenerla y sin embargo la amas, porque hace que sientas vida, aunque sea por migajas.
No quiero que me vean así porque engaña, de cara a la galería mi cara es una máscara, cuando me giro hacia la noche, la careta se me desarma. No siempre rio, no siempre lloro, pero siempre siento que mi mundo es otro. Que el espacio que ocupo no llena vacios, sino los tapa.
Pasajeros de mi vida que llegan y me atan, a sentimientos vividos y con un final de etapa.
Cogen lo que necesitan de mi y me tiran cuando se cansan, consiguen llegar a destino y ni una triste mirada, que al girarse me regalaran.
Algo ocurre que hago mal, porque siempre me dejan abandonada, sentimientos que me inundan de goteras las entrañas.
Hoy no quiero ver, ni oir, ni sentir toda esta incertidumbre que cubre mi calma. Hoy no quiero estar aquí con más fuerzas que ganas.
Sálvame de nuevo, porque ya se agotó mi manga, desnuda y sin aliento, espero tu llegada. Lo hiciste una vez y me llevaste muy lejos, necesito que vuelvas, para que me lleves de nuevo.
El punto en que aquella fuerza destapó mis circunstancias, la lluvia de sentimientos que secaste con tu mano. La promesa que me hiciste de borrar de la arena mis huellas, de recorrer el sendero sin equipaje ni lastre, de que jamas un viajero, me vovería a usar de guía, de porteadora y de señales...
Agua que recorre un camino hasta mis labios, borrando en un momento la alegria efímera de tus palabras, livianas y vacias de cualquier mensaje.
Hoy me cierro en mi vagón y pongo en marcha la máquina que me aleje de todo y mi lleve hasta la magia, de salir de todo esto que me llena de mentiras porque nada es como describe el camino que me marcas.

Temblor

Observo mis manos que no son del color que deberían, un temblor que las coloca, de la forma en que intimidan.
El escondite de mi mente, donde guardo los recuerdos, que en un dia me dijeron, que ya no volverían. Y sin embargo han llegado, para revolver lo que no existía.
Y me miro en el espejo y reconozco la mirada, de la extraña que me dice, que esto ya lo sabía.
Si me ecuchas un momento verás que no mentía, que las cosas pasan, del modo en que debían.
Si me siento y me detengo, el temblor me da la vida, que en momentos se me escapa, por la puerta de aquel tranvía. El tranvía que recordaba la vida que no vivía, la esperanza siempre enterrada y presente en mi agonía, la que me hace sonreír por pensar que no era mía.
Y mis manos tiemblan, al compas de la melodía, la retahíla conocida por momentos de mi ira.
Y no quiero pensar que todo llega y se va, que si escucho siempre aprendo y que si me callo lo pierdo.
No pienso que nada valga, para explicar lo que yo siento, pero las palabras se entrelazan para mostrar mis movimientos.
Sin sentido ni desorden, mi cabeza es un tormento, de temblores y salidas, a lugares muy concretos.
No se si termino o bien empiezo, pero se que lo que digo viene a ser lo que no pienso.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Inevitable


A veces hay momentos en que la vida te da un empujón, te dice, venga va, ya está bien de caer en picado, toma esta cuerda y empieza a subir...
Hay momentos en que la respiracion, los latidos, el ruido, las mareas y el mundo se para un instante, pause, y arrancamos de nuevo como si nada hubiera pasado. Pero si, algo cambió, en ese preciso momento algo dejo de ser como era o algo empezó a ser lo que es...
Pasó, ese momento volvió a ocurrir, y apareciste tú.
Así, sin más, saliste de la nada y estás como si siempre hubieras estado, imprescindiblemente, era inevitable.
Una nueva visión, un nuevo camino, una nueva compañía, una nueva inspiración.
Era el mejor momento y así ocurrió, una noche que llovía, un cigarro se consumía y una voz, que pausada y en voz baja me decía, ya nos conocíamos tú y yo...

domingo, 2 de noviembre de 2008

Volver

Por un instante, un solo momento, pareció que el tiempo daba marcha atrás, que volvíamos a aquella ilusión, aquellas miradas inocentes...
Recordé el momento en que las tres nos reíamos sin saber de qué, jugando a un juego inutil y deseando que la noche no acabara. Pero acabó, como acabaron muchos de nuestros sueños, como acabó aquella época de magia, de risas y de momentos...
Y ahora nos encontramos de nuevo, más mayores, cansadas, con sueños diferentes y con menos ilusiones y sin embargo pasó, hubo un instante en que todo era igual que siempre, volvimos atrás y recordamos.
Tres sonrisas sincronizadas, seis brillos en los ojos...miles de recuerdos en el alma.