lunes, 17 de noviembre de 2008

Yo

Días de estrés positivo, de pensar sin sentir, sintiendo sin pensar...
Cruce de vías en un tren vacío, da igual el camino que recorra, sólo hace falta que alguien esté esperando en la parada, que se llene de gente, de vidas, de pensamientos y sentimientos. Que recorra paisajes llevando sueños, que alguien encuentre su destino, su lugar, que el equipaje sea liviano y el recibimiento caluroso.
Son días de ser yo, de querer viajar, de encontrar mis sueños, de encontrarme a mí misma, de compartir lo que siento, de disfrutar del momento.
No importan los baches, las averías y el retraso en las horas de llegada, importa el trayecto. Quiero viajar de noche y de día, quiero verme reflejada en el cristal, viendo los arboles desdibujarse con mi sonrisa.
Quiero que me acompañes, quiero que encontremos juntos eso que siempre nos ha faltado...
Hoy quiero, hoy hago propósitos, hoy quiero ser yo, más yo que nunca, tan yo como siempre.
Solo yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que... realmente, la vida es eso: un tren con sus distintas estaciones, sus pasajeros, etc. Habrá estaciones en las que quisiéramos detenernos eternamente y no podamos y estaciones en las que, aún no queriendo, tengamos que hacer parada obligada.

Lo importante no es como sea el tren o las paradas que haga, lo importante somos nosotros mismos y la forma que tengamos que viajar en ese tren... ;)

Un besote solo para ti!

Anónimo dijo...

*
Sabias palabras :P

Bsop!

Anónimo dijo...

Me despierta en la noche
el oscuro silencio
de tu ausencia amarga,
el mudo reproche
del hueco infinito,
con aroma arecuerdo,
de esta cama sin alma
que es mi reino baldío,
anegado de un llanto
vacío de lágrimas,
lleno de espanto,
de miedo a esta calma,
que invade los días
en que no veo tu cara,
en que no me acaricias
con besos y risas.
Y pido a los cielos
que quemen mi alma
con lluvia de fuego,
con ríos de lava.
Y robo al silencio
canciones sin letra,
que usan el viento
para ocultar tu belleza.
Y cruzo los bosques
llenos de bestias,
y no soy yo quien se esconde,
pues yo soy la más fiera.
Y surco las sombras
de noches en vela,
de luna que ronda
de cerca a mi estrella.
Y abrazo el sol
en los días
que escucho tu voz,
sin melancolía.
En que tu luz me despierta
de este letargo,
con tu mirada sincera,
acariciando mis labios...