
Mi vision en blanco roto, luz blanca inundandolo todo. Mis labios dibujando palabras de un idioma que desconozco, sin emitir sonidos, fijas cuerdas de acero que no emiten vibrar. El silencio como crisálida blanquecinamente inmortal.
Mis manos dibujando formas en la busqueda de la salida, una abertura, un pequeño agujero por el que ver algún color, por el que escuchar algun ruido, oler un sentido, atisbar una vida o restos de ella.
Mi pensamiento inundado de blanca y espesa niebla, como manto cubriendo los horizontes en invierno, pero con la luz blanca de los dias de sol incandescente.
Blanco.
Silencio.
Soledad.
Palabras mudas, sonidos sordos, imágenes ciegas. Relojes desbocados, segundos atropellados. Miradas encontradas en paredes vacias. Dibujos sin tintas en papeles arrugados.