martes, 20 de enero de 2009

A veces parece que el movimiento de la tierra se ralentiza. Echa el freno poco a poco y todo va más despacio...excepto yo. Me mantengo dinámica en mi estar, en mi ser y mi sentir, pero todo lleva su tiempo y a veces se hace demasiado espeso...
Cuando llega la noche, el impulso terrestre recupera su tic tac, vuelve a su ritmo y las horas se aceleran para recuperar el compás...hasta que todo se detiene de nuevo.
Nos deja recrearnos en el abismo, nos deja observar el vacio infinito justo antes de caer...se regocija de nuestra impotencia ante los acontecimientos, y nos mueve con sus hilos de marioneta.

Lo veo, lo siento, lo sé.
Sé todo lo que ocurre a mi alrededor, pero no soy capaz de salir de mi habitación, siento que sólo ahí estoy segura.
No.
Ya no quiero más dolor, más sufrimiento, más incomprensión... quiero estar tranquila, quiero vivir y sonreir cada dia. Quiero poder sentir la calma que siento esos días en que parece que toda va bien. Quiero sentir que vivo la vida que anhelo, que suspiro que vivo, que respiro vida.
No.
Hace tiempo decidí que nada ni nadie podría hacerme caer de nuevo en aquel agujero. Que no dejaría que nadie volviera a apagar mi sonrisa y que nada, ni nadie, me harían volver a meterme en la habitación, apagar la luz y taparme los oídos.
No.
Estoy aquí, estoy con ganas de dar pasos hacia adelante, y lo haré, de la manera que sea y cueste lo que cueste. Decidí ser feliz. Y lo seré.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de Tres, Azul, Verde y Negro

Girando en Círculos
En un Espacio de Dos Infinitos

Sintiendo pasar el Tiempo
Completando sus Ciclos
Creciendo Juntos, Tres Distintos

Un Cristal que son Dos
Dos Burbujas en Tres
Tres Amores por Uno
Cuatro vueltos del Revés

La Luz Esmeralda
Acaricia con su Vital Energía
El Cristal Azul de La Vida
Y la Niebla Gris se retira
Con las Cinco Alboradas

Para que el Azul se alimente
De la Felicidad que merece
Que necesita, desea y ansía
Que nutre la Noche Vacía
El Negro Puro y Brillante
De las Seis Almas, Amadas y Amantes

El Rojo se quema
Alimentado del Aire
El Blanco consume
La Noche que arde
En el Agua que encierra
El Verde en Burbujas
Que Siete notas dibujan

La Tierra alimenta
Los Pantanos del Alma
Con Cuerpos que gozan
De Amor de Tormenta
En medio del Alba
Que anuncian las gotas
De la lluvia de Fuego
En los Ocho Mares del Viento

El Principio añora un Final
De Cuento de Hadas
Un Final Sin Final
Que armonice Verso y Palabra
Con la Prosa Vital
De Caóticas Rimas
Con el Amor Natural
De Azules Caricias
De Nueve que van a Soñar...

Anónimo dijo...

A no na da do!
Nham!
,*

Miguel González Aranda dijo...

Me gustó mucho.

Ánimo!

Unknown dijo...

tienes razón, la felicidad es una decisión.
Me ha gustado mucho tu entrada, sigue así!
Un abrazo de oso!

Anónimo dijo...

Es la mejor actitud.