martes, 26 de agosto de 2008

Hoy soñé


Hoy soñé con todos vosotros, estaba en una cama, en la habitación de un hospital y sentía que mi luz se estaba apagando. Sentía la necesidad de despedirme, de decir todas esas cosas que siempre te guardas, no se sabe muy bien por qué motivo...
Era inminente mi entrada al quirófano, y muy probable que no saliera de allí, así que os fui llamando uno a uno, para decir las cosas que nunca diría.
Sinceridad total, lo bueno y lo malo, pero sobre todo la gratitud que sentía por todas las cosas buenas que me había dado cada uno de vosotros. Siempre me es más fácil quedarme con lo bueno, apreciar los buenos gestos...ser malo es lo más sencillo, lo sé por experiencia, así que aprecio que las personas hagan buenas cosas de vez en cuando.
Increíblemente estaba tranquila, había aceptado que era un punto final en mi vida, y no sentía miedo.
Me hubiera gustado algo más de tiempo para poder realizarme como madre, había sido mi ilusión siempre, pero esto me había llegado demasiado pronto. Aun así, sentía que mi vida había estado bien, muy bien incluso. Me había dado tiempo de hacer muy buenos amigos, de reencontrarme tras el desasosiego adolescente, con mi familia, de encontrar el amor verdadero, puro y sincero...
Empezaba el tránsito de almas por mi cuarto, y empezaba mi retahíla de despedida...

2 comentarios:

Fran dijo...

He leído mucho de lo que has compartido en este blog. Ni es el modo ni el lugar para explicarlo, pero... después de asomarme a el trozo de ti que has mostrado aquí...

Gracias, no dejes de escribir.

Noa dijo...

Gracias Fran, ahora que tengo un poco abandonados los blogs, me anima a no dejarlo.
Un saludo